jueves, 24 de abril de 2014

PREGONES EN LA COLONIA

En el siglo XIX Lima era una ciudad de agitado y exquisito tránsito. Al caminar de las personas se le sumaba también el puntual discurrir de los pregoneros. Postres, productos de pan llevar y hasta el seviche iban flotando en las avenidas de la mano de obstinados vendedores.

El célebre Ricardo Palma, en su tradición titulada “Con días y ollas venceremos”, cuenta que en sus tiempos, a fines del siglo diecinueve, parecía que “en Lima, la ocupación de los vecinos hubiera sido tener en continuo ejercicio los molinos de masticación llamados dientes y muelas”.

Algunos pregones:
  • El lechero: Sale a las seis de la mañana diciendo 
"Leche purita, leche sabrosa, de la borrosa vaquita
¡Jazmín y rosa! Leche purita de chocolate, bate que bate pura espumita"

Llevaba la leche en dos tarros llenos, cargados en una mula o caballo.

  • La tisanera: Sale a la siete de la mañana diciendo
"La tisanera se vaaa, tazaaaanaaa conieeeve"


  • El aguatero: Sale a la nueve de la mañana diciendo
"Soy el aguatero; reparto el agua  que al gran río voy a buscar. Es agua dulce para                                           lavarse,   preparar mate y amasar."

  • Los  pescadores:Salen a las once del día  diciendo
Pescá y cazón! Niñas, a los boquerones! Qué vivos los traigo hoy!

  • El viejo sacristán y el vendedor un dulce: Sale a las nueve de la noche diciendo
"Revolución caliente,  música para los dientes, azúcar clavo y canela,  para rechinar las muelas"

Paseaba por la calles vendiendo dulces y pasteles llevándolos en un canasto de mimbre.

  • El sereno: Sale a las diez de la noche diciendo
"Avemaría purísima  las diez han dado  viva el Perú y sereno"






























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